Revisa tu seguro y evita sustos desagradables

Jul 25 2013

Estamos tan acostumbrados a contratar seguros para distintos ámbitos de nuestra vida que en ocasiones olvidamos las implicancias de los mismos. Un seguro es un acuerdo vinculante entre dos partes, por tanto un contrato que establece derechos y obligaciones concretas.

Por la parte del contratante hay que tener en cuenta que lo que afirmas en los formularios de cualquier seguro es vinculante. Nos referimos a datos como tu dirección, quienes viven en tu domicilio, quién conduce tu coche, etc.

Es fundamental saber que todos esos datos se utilizan para establecer tu prima, según el riesgo resultante de los mismos. Además todos los datos se contrastan, por lo que mentir u ocultar es totalmente inútil.

Exclusiones

El momento de la verdad en relación a una póliza de seguro en Boston es cuando se presenta una reclamación. Una de las razones más comunes para que un reclamo de seguro no sea pagado por una compañía de seguros es cuando responden que el siniestro en concreto no está cubierto por la póliza y que se trata de una «exclusión». En ese momento el asegurado se queda con un sabor amargo y quizás también con un problema económico importante.

Por este motivo, es muy importante conocer en detalle acerca de las exclusiones de una póliza de seguro antes de contratarlo.

Cláusulas de incumplimiento de contrato

Revisar tu seguro y conocer a qué te estas comprometiendo exactamente es básico, ya que si no te puedes llevar más de un disgusto. Existen cláusulas muy habituales en los seguros que deben ser entendidas y que pueden derivar en la rescisión del contrato si las incumples.

  1. Falta de comunicación con la aseguradora. En los procedimientos de reclamación las comunicaciones tienen que ser efectivas y realizadas a tiempo. Por ejemplo, cuando te solicitan información vital en una reclamación judicial, si no la presentas pueden disolver el contrato. Si no se llevan a cabo las notificaciones pertinentes a la aseguradora en los tiempos establecidos, esta puede eludir el pago de las indemnizaciones correspondientes al siniestro en cuestión.
  2. Mentir. Este elemento se encuentra a la orden del día, pues la gente omite condiciones médicas severas al contratar un seguro médico, por ejemplo, o lo que es peor, al contratar un seguro de vida. El tema es que a la hora de cobrar el seguro te puedes encontrar con que la mentira salga a la luz y, por lo tanto, el dinero solicitado nunca llegue.
  3. Impago. Por supuesto que esto es elemental; si no pagas durante un tiempo, la aseguradora puede anular el contrato (si bien cada prestadora de seguro es diferente), o quizás la mantengan y te cobren intereses.

Todas estas cosas suceden continuamente, por ello es importante ser consciente y sentarse tranquilamente a leer las condiciones al contratar una póliza de seguros.

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