¿Por qué se deben leer atentamente las cláusulas de los seguros?

Sep 15 2013

El concepto de “seguro”

Hoy en día, la contratación de seguros para diversos aspectos de la vida está tan arraigada en nuestras costumbres que solemos olvidar lo que realmente implica. Un seguro es, al fin y al cabo, un contrato formal que detalla derechos y obligaciones con respecto al vínculo entre dos partes concretas.

Los datos brindados a través de la firma del contrato legal, además del cálculo del riesgo que resulta de dichos datos, se utilizan para determinar la prima del seguro. Ocultar o mentir sobre los datos brindados con el fin de beneficiar una posición resulta inútil, ya que toda la información proporcionada es contrastada y verificada.

¿Qué son las exclusiones?

Una instancia de “reclamación” se presenta cuando es necesario rever y conversar sobre aspectos específicos de una póliza de seguros. Entre las razones más comunes para que un reclamo no sea contemplado o pagado por una aseguradora, encontramos las “exclusiones”, que representan a todos aquellos accidentes o siniestros específicos que no están cubiertos por la extensión de la póliza.

En situaciones como éstas, el asegurado puede enfrentar tanto un problema emocional como económico, por lo que resulta de suma importancia conocer detalladamente las cláusulas y exclusiones de una póliza que se desea contratar.

El incumplimiento del contrato y los problemas más severos

Conocer muy bien el compromiso que estás a punto de tomar y revisar cada parte del seguro que planeas contratar es fundamental para ahorrarte posibles angustias futuras.

Existen cláusulas frecuentes en los seguros que, si las incumples, pueden llevar a la cancelación total del acuerdo. Entre los problemas más importantes a tener en cuenta, se pueden enumerar:

  1. Comunicación deficiente con la compañía de seguros: cuando se pide información crucial en el proceso de un reclamo judicial, ésta debe ser otorgada en tiempo y forma. Las aseguradoras pueden eludir indemnizaciones y pagos específicos si las notificaciones correspondientes o la entrega de información no se llevan a cabo dentro de los plazos establecidos previamente.
  2. La mentira: un factor que por desgracia es cada vez más frecuente, especialmente por personas que omiten condiciones médicas y de salud al momento de contratar un seguro de vida.
  3. Falta de pago: las compañías de seguros pueden (y lo hacen) anular un contrato en su totalidad si registran que no se han realizado pagos por un tiempo determinado. Si bien algunas aseguradoras solo cobran intereses por este incumplimiento, la mayoría suele efectuar una cancelación inmediata, por lo que podrías quedarte sin seguro cuando más lo necesites.



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